Nunca quise hacerte daño.
Eso es lo que vine a decirte.
Ya han pasado cuánto, ¿4, 5 años? No quiero pararme a echar la cuenta, pero de vez en cuando me giro por la calle si huelo ese perfume, por si acaso. Es mejor conformarse con el recuerdo de algo que, aunque no fuese bueno, fue lo mejor. Por si luego no supera las expectativas vertidas en él.
Pero si estaba equivocado,
entonces lo siento.
No lo dejaré en medio del camino.
Ya no usamos la conciencia. Nos fue arrebatada el 16 de Diciembre de entonces y ahora que tenemos taitantos y hemos aprendido a morder espinas y saborearlas con dulce, tenemos grabada una mueca de sonrisa de cuero. Y ya no rezas ni a santos, ni a pecadores con sayón de tres cuartos...porque al final, darán el mismo brindis y al beber te guiñarán el ojo.
Mi cabeza se resiente por pensar
en las cosas que nunca debería haber hecho.
Se nota cierta influencia bunburyana en el stylah de escribir eh?
ResponderEliminarDice, que estas mas oculto que los comentarios del blog.
Se, tengo que dejar de hacer ese tipo de chistes si no sale javi pacha xD
Buen camino lleva tu blog :P bien escrito y sin metafisicidades que tú y yo sabemos jajaja.
ResponderEliminarÁnimo para que sigas escribiendo. Besetes desde Calle Melancolía